Si, me cuesta soltar.
Una de las frases que más he escuchado por todos lados es “hay que saber soltar”, “no es bueno aferrarse a las cosas, todo está en constante cambio y en la medida en que aprendamos a soltar, mas fácilmente vamos a fluir con la vida”. Si, para mi esto tiene mucho sentido definitivamente, y yo mismo he ido por el camino diciendo esto a mis amigxs cuando platicamos acerca de nuevos comienzos o cuando me piden consejo acerca de algo que es necesario soltar y dejar fluir. Y para ser honesto, según yo, ésta es una lección que tengo súper aprendida y que pongo en práctica constantemente… pues bien, no es así, bueno si, pero no todo el tiempo y me volví a dar cuenta de esto hace muy poco.
Para ponerlos en contexto, hace unos 3 años y medio o un poco más, comencé a escribir un musical con tres amigos, teníamos el corazón roto y quisimos empezar un proceso de crear algo utilizando ese dolor. Pues nos pusimos a trabajar y pasado ese tiempo logramos terminar una obra de teatro musical llamada “Siete veces adiós” que por cierto aún está en cartelera de viernes a domingo en el teatro Ramiro Jiménez en Coyoacán en la CDMX, para que vayan a verla si tienen el corazón roto y si no también (después les hablaré mas del musical). En fin, luego del muy breve comercial, a lo que iba es que a mí me tocó crear las canciones de la obra junto a mi ahora querida hermana. Ella es una maestra de la composición con toda una vida de experiencia creando las mas bellas canciones y yo, aunque también llevo muchos años componiendo, al colaborar hombro con hombro con ella, se me despertaron todas mis inseguridades de artista (y de ser humano por supuesto). Comencé a juzgar todas mis propuestas creyendo que no eran suficientemente buenas o interesantes, claro sin decirle a nadie mas que a mi. Esto hizo que fuera construyendo una tipo coraza para defenderme de cualquier opinión externa que pudiera vulnerar mi capacidad y mi experiencia como compositor y arreglista vocal. Poco a poco fui desarrollando armas para defenderme por si acaso. Todo esto de forma inconsciente, claro está, fue recientemente que lo reflexioné y lo hice consciente.
El chiste, es que comencé a defender mis ideas. Cuando recibía un cuestionamiento externo acerca de alguna de mis letras, melodías, armonía o arreglo vocal, mi primera reacción era, y creo que todavía lo es, defender mi idea a capa y espada para no cambiarla. Lo interesante de esto no es defender mis ideas, eso está muy bien, es necesario argumentar y defender una idea cuando trabajas en equipo y sabes que puede sumar, lo que me empezó a llamar la atención era lo que sentía al momento de recibir la crítica. Una sensación de “no saber” o de “no ser suficientemente bueno” y por eso mi aportación no era buena, y eso acompañaba a mis argumentos y mi defensa de una carga interna de pelea, como si quisiera demostrar que si soy bueno, lo que me llevaba a no querer soltar mis ideas para nada, y si, me di cuenta de que no soy tan bueno soltando como yo creía.
Evidentemente aquí hay mas temas que simplemente aprender a soltar, como mis inseguridades y mis traumas, pero de eso escribiré después, o no, ya veremos. Lo relevante aquí es que pude observar que también soy necio y no me gusta que me cambien mi visión de las cosas cuando pasé no se cuántas horas trabajando en crear una canción o un arreglo vocal que finalmente quedó como a mi me gusta. Pero, ¡hey Vincho! Nadie te está atacando, estás creando, en equipo, la música que ayudará a contar una historia y cuatro cabezas piensan mejor que una, y precisamente son un equipo porque juntos pueden crear las cosas mas bellas. Entonces confía, aprende de tu equipo, suelta lo que haya que soltar para tener espacio a nuevas ideas, a nuevas formas de hacer las cosas, a aprender nuevas herramientas y a ver otros puntos de vista.
Y así con tantas situaciones distintas, cuando no quieres que las cosas cambien y te aferras con fuerza a algo que inevitablemente cambiará, lo único que quedará en tus manos es algo que no se va a sentir bien.
La vida está en constante cambio, esa es la única certeza de este mundo, entonces qué gran paradoja saber que todo está en movimiento y no querer que cambie.
Los humanos somos la encarnación de una paradoja, yo estaba seguro de poder “soltar” para fluir con la vida, pero no, bueno si, pero no todo el tiempo.
Hola vince, saludos desde Oaxaca , me encanta y me identifica lo que escribes, tienes toda la razón , creo que a todos nos cuesta soltar aplicable para todo; personas , hábitos, trabajos etc... Al igual creo que nos cuesta como bien dices poder recibir una crítica, sobre todo cuando sabes que pones tu mejor esfuerzo en hacer las cosas lo mejor posible, y está bien defender nuestro trabajo o nuestras ideas. Siempre sin perder la actitud , por qué hay gente que critica en forma constructiva. Pero hay muchos que lo hacen por dañar y es ahí donde hay que tener saludental para que no te dañen. Te mando un abrazo y te deseo todo el éxito por qué te lo mereces!!!
Soltar? O fluir....
Que es soltar? Hacer que las cosas no se impregne en nosotros? O fluir, tal como las hojas al viento.
Vivo en la misma dualidad. No siempre se hace lo que se predica, pero siempre es bueno orientar a los demás a tomar sus propias decisiones, basados en una experiencia. Tener dudas nos lleva a resolver y cuestionar todo, no siempre se resuelven, o no.
Que bonito leerte. Seguiré tu blog.
Saludos y abrazos Vince.
RG🤍✨