Éstas últimas semanas han sido todo un reto en mi vida, a pesar de que hay muchas cosas hermosas sucediendo, las tormentas no dejan de llegar. En realidad da igual la causa de la tormenta, lo importante es que, como en la naturaleza, en nuestras vidas también se forman y desatan su fuerza sobre nosotros, limpiándonos y dejando un campo fértil para el aprendizaje y el crecimiento.
En uno de esos días donde sentía que la tormenta no tenía fin, Jaime Ruíz Vivanco, un amigo querido, se manifestó regalándome un mensaje sencillo pero contundente: “¿Sabes cuál es la diferencia entre los búfalos y los toros?”. Cuando lo leí, recordé inmediatamente la metáfora y, como por arte de magia, el estrés disminuyó, la claridad mental llegó y pude tomar un respiro para finalmente retomar el valor y continuar caminando hacia la tormenta.
Si no conoces ésta metáfora te la cuento rápidamente:
Tanto los búfalos como las vacas pueden sentir cuando una tormenta se acerca, la gran diferencia radica en que las vacas huyen de ésta intentando alejarse lo más que se pueda para no mojarse y para no estar expuestas a los sonidos poderosos de los truenos, sin embargo, la tormenta casi siempre termina por alcanzarlas y ellas, o siguen corriendo para evadirla, o esperan pasivamente debajo de árboles o en algún otro lugar que pareciera puede ofrecer refugio temporal, y lo único que logran es alargar el período de estrés. Los búfalos, en cambio, deciden moverse hacia la tormenta para atravesarla y llegar del otro lado. Al hacer esto, los búfalos aprovechan la oportunidad para evitar que la tormenta se acumule detrás de ellos, minimizando la duración total de la exposición, de tal manera que el estrés es menor y pueden autorregularse y volver al estado de equilibrio en menor tiempo.
Esta estrategia de enfrentar la tormenta de frente tiene importantes implicaciones para los seres humanos. En nuestras vidas, constantemente nos encontramos con desafíos y dificultades que podríamos preferir evitar o posponer. Sin embargo, adoptar la mentalidad del búfalo significa enfrentar estos desafíos directamente, sin miedo ni duda. Al abordar los problemas de frente, podemos superarlos de manera más eficiente y con menos impacto negativo en nuestras vidas.
Para mí, esta metáfora es muy poderosa y nos regala lecciones importantes de vida.
Enfrentar los desafíos directamente: Así como los búfalos avanzan hacia la tormenta, debemos abordar los problemas de frente en lugar de evitarlos o posponerlos.
Ser valientes y decididos: La valentía y la determinación son cualidades clave para superar los obstáculos y salir más fuertes del otro lado.
Planificación y precaución: Al igual que las vacas buscan refugio, debemos tomar medidas preventivas y buscar protección cuando sea necesario.
Aunque en este momento de mi vida, la mentalidad del búfalo me conecta con lo que realmente quiero hacer, que es enfrentar la tormenta, la estrategia de las vacas también ofrece sabiduría, pues aunque enfrentemos desafíos difíciles, siempre hay una manera de superarlos,
ya sea enfrentándolos de frente o buscando refugio temporal, cada situación presenta oportunidades para aprender, crecer y fortalecernos como individuos.
Excelente lectura para iniciar mi semana ..... Gracias !
En estos momentos me quedo con la sabiduría del búfalo sin embargo la sabiduría de las vacas la he aplicado en muchos momentos de mi vida 🙏🏼