Todos sabemos que el teatro, así como todas las artes a lo largo de la historia de la humanidad, han servido como una manera de criticar y cuestionar a la sociedad y, al mismo tiempo, guardar un pedazo de historia que nos enseña cómo era y cómo hemos ido cambiando en el tiempo nuestro comportamiento y organización como seres sociales.
Para mi, el teatro siempre ha sido como un reflejo de mi propia vida, encuentro en cada personaje y en cada cuento, un pedazo de mi y de mi historia, y me maravilla saber que cada persona que se enfrenta a una obra de teatro, le pasa exactamente lo mismo. Quizá no todos somos conscientes de este hecho, pero cuando algo te incomoda dentro de la trama de una obra, o te hace reír, aun y cuando la situación que estás viendo no es cómica, es porque ves reflejada tu propia vida en esa historia. Todos nos hemos enamorado, a todos nos han roto el corazón, todos hemos roto un corazón, hemos experimentado enojo, frustración, felicidad extrema, tristeza, depresión, ansiedad, en fin, todos somos seres humanos viviendo una vida llena de absolutamente todos los matices emocionales y, cuando nos enfrentamos a una historia contada por actores, podemos ver nuestras propias vidas suceder frente a nuestros ojos.
La semana pasada tomé un curso intensivo de actuación de una técnica que llevo estudiando ya por varios años y que me encanta por que se centra en analizar el texto de una obra de manera tan profunda y minuciosa, de modo que encuentras la esencia mas humana dentro de cada escena (se llama Practical Aesthetics). Y la verdad no importa si la historia es acerca de un asesino o de un par de enamorados que por alguna situación u otra no pueden estar juntos, siempre podemos encontrar la esencia humana en cada pedacito de esa historia y es ahí, cuando descubres el comportamiento humano básico, que generas empatía con cada personaje.
Nos les voy a hablar de la técnica ni de teatro (aunque ya parece que la mitad de esta carta es acerca de eso), lo que les quiero contar es lo que pude ver durante los ejercicios de mis compañeros a lo largo de este taller que me recuerda muchos aspectos importantes y, desde mi punto de vista, vitales para coexistir en este mundo.
Cuando actúas con otra persona, nada de lo que sucede en la escena se trata de ti, todo lo que puedes encontrar y sentir te lo da el otro actor, uno simplemente tiene que estar presente con toda su atención en lo que el otro dice y hace, para entonces poder reaccionar. Suena muy lógico pensarán ustedes, es como en la vida misma, se trata de escuchar y estar presente, pero me vuelvo a dar cuenta de que esto se nos olvida una y otra vez.
Vamos por la vida pensando en nosotros y en lo que necesitamos y en cómo queremos que sucedan las cosas y queremos controlar cada aspecto de nuestras vidas aun sabiendo que el control es una ilusión.
Una de las lecciones, o mas bien recordatorios que me deja esta semana intensiva de workshop, es la importancia de saber escuchar estando presentes. No sabemos escuchar a el otro, nos cuesta mucho trabajo salirnos de nuestros propios pensamientos para regalarle nuestra atención a otro ser humano en nuestro día a día, aunque la vida que vivimos es nuestra, no siempre se trata de nosotros y no todo gira alrededor de nosotros.
Otro recordatorio es soltar el control. En una escena esto es evidente cuando los actores tienen una idea preconcebida de cómo debería ser la escena y hacen todo lo posible por que salga así, justo como la imaginaron. Pero cuando lo logran, se siente falso, se ve “actuado”. Por mas que conozcas tu escena, nunca sabes en realidad que van a hacer tus compañeros actores que hagan que modifiques tu idea. Cuando escuchas y sueltas el control, reaccionas de manera verdadera a los estímulos y encuentras infinitas formas de contar la misma escena. En la vida hacemos lo mismo, queremos que todo sea como queremos que sea. Planeamos cada paso para lograr algo y si algo se mueve en el camino o sucede algo inesperado, te saca de balance y tocamos miedo y frustración. Cuando te preparas para lograr un objetivo sin controlar cómo vas a conseguirlo y te mantienes presente, el camino se va formando frente a ti para ayudarte a llegar a ese objetivo final. Nunca sabes cómo vas a llegar, pero llegas.
Por último, el gran recordatorio de ser generoso. A través de las artes escénicas donde tienes que compartir una historia con todo un equipo de artistas, si no estás al servicio de el otro, no ayudas a contar el cuento, así de simple, solo estorbas. Un actor que no se pone al servicio de sus compañeros hará que todo se tambalee. Hay que estar dispuesto a poner tu atención en lo que el otro necesita para poder llegar a puerto. En la vida es lo mismo, alguien que no le interesa nada mas que su propio ser, no tiene la capacidad de ver más allá, no suma a la vida de nadie y creerá que todos están su contra.
Tratemos de estar siempre despiertos, presentes, preparados, disponibles y listos para sumar a la vida de alguien mas, muchas veces haciendo esto, sumas más a tu propia vida. Hoy estamos en un mundo donde la venganza impera, la violencia, la música con mensajes horribles, donde podemos trabajar desde casa sin convivir de manera presencial con otras personas, donde deja de importarnos el otro para vivir yo, y siento que recordando estas lecciones simples, podemos hacer que se construya un mundo mejor.
Que tengas una muy buena semana y si tienes oportunidad de ir al teatro, ve, te prometo que te puede cambiar la vida.
*si necesitas recomendaciones con gusto te doy algunas, te leo en los comentarios.
Totalmente de acuerdo contigo querido Vince...ayer fui a ver 7 Veces Adiós por como decima vez y cada que la veo aprendo y disfruto algo diferente, de verdad que es una joya de historia y la música y letra de canciones es lo máximo...la he visto con varios elencos y de pronto la forma de decir o sentir una frase de una persona es tan diferente, que aunque diga lo mismo que el actor anterior, lo escuchas diferente o te llega diferente. Igual esta noche voy a teatro otra vez a ver cómo me sorprende, es una obra de texto, pero tengo altas expectativas...ya te contare...
Excelente artículo está muy interesante personalmente para mí me gustó mucho ya que también me quiero dedicar a la actuación, un fuerte abrazo y buen fin de semana