Año nuevo ¿vida nueva?

Dato curioso: esta canción la escuché unas 55 veces (sin exagerar) durante mi viaje a Venezuela en dic 2022

Antes de empezar quisiera desearles a todxs que tengan un año lleno de aprendizajes conscientes.

Si, ojalá sea un año feliz, pero siendo realistas, la felicidad es una idea o una sensación o emoción que aparece por momentos y no se queda con nosotros de manera ilimitada. A veces en tan solo un día pasamos de felicidad a frustración en unas cuantas horas y en un año completo pasamos por todo el abanico de emociones que un ser humano puede experimentar, ojalá en promedio, la felicidad sea la gran ganadora.

Me he sorprendido a mi mismo a lo largo de la vida deseando al término de cada año que el próximo sea mejor, con la ilusión y esperanza de que el nuevo año que empieza borrará todo lo malo e incómodo, y de que empezará, como por arte de magia, una nueva oportunidad de empezar desde cero y de mejor manera. Casi como si por cambiar del 31 de diciembre al 1 de enero, todos los problemas desaparecerán y los malos hábitos o aquellos propósitos que no logré en el año viejo ahora si sucederán. Esa esperanza de que esta vez si tendré la fuerza de voluntad, la disciplina, la energía para cambiar, este año si llegará ese trabajo, esa casa, ese coche nuevo, ese curso, abriré la nueva empresa, escribiré ese libro, aprenderé eso que quiero, etc. cualquier cosa que siempre hayas querido y que hasta el día de hoy no lo has llevado a cabo por cualquiera que sea el pretexto.

¿Te ha pasado? ¿Sabes de lo que te hablo? ¿Te puedes identificar con esta sensación?

Seguramente tu respuesta es si y no me malinterpretes, definitivamente creo que esto es algo bueno, qué bien que todxs tengamos ganas de cambiar, de empezar, de crecer o de cosechar, pero el hecho de que empiece un año nuevo no significa que por un poder divino ahora si lo vamos a lograr. La idea de que necesitamos el año nuevo para hacer estos cambios es una ilusión.

La verdad es que cada instante de nuestras vidas es el momento perfecto para empezar estos cambios. Cada nuevo día es una oportunidad fértil de tomar la decisión de cambiar y de empezar a convertirnos en esa persona que siempre hemos querido ser.

Ya lo sé, no es fácil. Requiere de esfuerzo, trabajo y compromiso con uno mismo, pero si se puede. No soy un maestro ni un modelo a seguir en el mundo del crecimiento personal, pero si te puedo compartir algunas cosas que he aprendido de libros y maestros. Lo más importante es tomar la decisión y comprometerte contigo a caminar con pequeños pasos imperfectos hacia esa versión de ti en la que te quieres convertir.

O sea, no empieces con la idea de que vas a meditar, escribir, hacer ejercicio, comer bien, inscribirte al curso, hacer todas las llamadas, vender más, encontrar nuevos clientes, limpiar tu casa y dormirte temprano todo en un solo día y de que así será a partir de ahora. Quizá para algunas personas esto funcione, pero créeme, son las menos. Aquí lo importante es plantearte los cambios que quieres y empezar con uno solo, solo uno, y hasta que hayas logrado integrarlo bien a tu vida continúa con otro, y si fallas de vez en vez, NO IMPORTA, es mucho mejor generar pequeños cambios con errores y fallas pero que puedas corregir a querer ser perfecto. Esto nada más genera frustración e inevitablemente te llevará a abandonar el camino. Lo importante es ser constante de manera sostenible, no de manera perfecta. ¿Me explico? Ojalá que si.

Y la buena noticia es que no tenemos que esperar a que empiece un nuevo año para empezar con nuestro proceso imperfecto (pero perfecto) de movernos hacia donde queremos llegar. Constancia imperfecta pero constante. Si somos pacientes y persistentes, con todo lo que eso implica, seguramente lo lograremos.

La realidad es que cualquier nuevo día o cualquier nuevo momento presente puede ser el momento perfecto para empezar y quizá podemos dejar atrás esa ilusión de que el año nuevo traerá mágicamente todo eso que siempre hemos querido.

Que tengamos todos un 2023 despiertos y de crecimiento consciente.