Evidentemente esta frase no es mía, en realidad no se quién la dijo, a mi, me la dijo un amigo muy querido en quien confío mucho, y ayer se hizo presente en mi mente mientras me quejaba en silencio al tiempo que limpiaba la alberca de la casa en donde me encontraba descansando por el fin de semana.
Da igual la razón de la queja, lo importante es que no tenía ganas de limpiar la alberca en ese momento y, aún así, lo hice. Después de varios minutos bajo el sol y completamente concentrado en la tarea, los pensamientos comenzaron a llegar y, entre ellos algunas reflexiones que sirvieron como semilla (como diría el gran
) para escribir éstas palabras.El tren de pensamiento fue el siguiente: un pensamiento que se quedó en mi mente y me hizo dejar la queja atrás y poner mi atención en el presente, en el calor, en el agua, en la montaña impresionante que descansaba frente a mi, en el aluminio del tubo con el que limpiaba la alberca y finalmente en la acción misma de limpiar. Un acto mundano de la vida cotidiana cargado de una lección importante, la tranquilidad de estar viviendo el ahora, aceptar lo que es y vivirlo con toda la intención y la concentración. Apenas unos minutos atrás no disfrutaba de limpiar el agua, ahora lo empiezo a gozar porque es lo que hay, es lo que estoy haciendo, es la tarea que empecé y que ahora quiero terminar lo mejor posible, porque me regala un momento conmigo, porque me permite poner mi energía al servicio de una acción que generaría un bien para todos los que estábamos en la casa queriendo meternos a la piscina a disfrutar. Finalmente llegó la frase “un guerrero de luz no siempre hace lo que ama, pero siempre ama lo que hace” y con ella una sonrisa que me regalé a mí mismo, si literalmente sonreí.
Es tan cierta y poderosa esa frase, no siempre podemos hacer lo que amamos, no siempre podemos tener el trabajo de nuestros sueños, o incluso el trabajo de nuestros sueños necesita de labores que no necesariamente nos gustan, pero hay que hacerlas. Cuando queremos desarrollar nuevos hábitos, los primeros pasos hacia la creación de los mismos a veces son difíciles o incómodos, pero después traerán muchas cosas bellas a nuestras vidas, mejor poner nuestra mejor energía en cada paso y no sufrir en el proceso. A veces tenemos que hacer cosas de adultos como pagar impuestos, ir a la tintorería o hacer las compras para la semana, mejor amarlo con todo nuestro ser y poner nuestra energía en estar presentes y en el propósito que tiene hacer cada una de esas tareas, nuestro bienestar y el de la gente que nos rodea.
Al estar presentes, ponemos nuestra vida al servicio de lo que estamos haciendo
, y creo que es una de las cosas más bellas que podemos hacer en este camino de vivir. Así es que, claro, no siempre podemos hacer lo que amamos, pero siempre tenemos la opción de amar lo que hacemos.
Linda semana.
Wax on, wax off...
https://www.youtube.com/watch?v=p-ES4AiOZCs
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